martes, 22 de marzo de 2011

Mala Partida

Una mitad de mí se ha suicidado.

Otra mitad de mí cabizbaja la mira

incrédula de sentir sangre fría a su lado.

Una mitad de esa mitad se arrepiente, se tira

al drama de pensar que pudo haberlo evitado.

Calla un buen cuarto en mí, vigila a la muerta: la admira.

Y el otro cuarto le grita con el rencor desatado:

“Mustia, mosca muerta, barril de pus, vampira”

¡Mis pedazos no median! Me he embalado:

Soy un desguace incivil que odio transpira.

Un pandemonio de trozos aterrado

que ve su carne y su alma herirse en ira.

Una mitad de mí se murió por su lado

y ganó la partida… Expira

mi tiempo en el diván. Me voy volado.


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